Recuerdo cuando todo empezó… cuando a pesar del tiempo
nunca perdí esa ilusión… y la esperanza, es lo que puede llevarnos a la
autodestrucción. Recuerdo cuantas veces tuve que levantar, porque a muchos ya
no les quedaba nada por lo que luchar, su meta era tirar las de los demás.
Apenas empezar y tantas preguntas que buscan una verdad. Estoy cansado de luchar, y
es lo que hago por defecto cada mañana
al levantar… casi sin pensar, es como un continuo encuentro con estúpidos e ignorantes , con los
que no te apetece luchar. Sin embargo, el tiempo es ese aliado con el que ganas terreno… y a base de exhaustos hechos
de otros, todos quedan a lo lejos.
En este mundo muchos van de perros, y pocos de lobos… yo no
tengo rabo para esconderlo bajo las piernas, pero mis colmillos están intactos
para una buena sonrisa. Mi virtud está llena de serenidad y tiempo, y estoy
cansado de hablar para demostrar mis hechos. Cree aquello que quieras, que yo
tengo claros los hechos que sobre mí pesan.
Allá arriba donde las nubes quedan por debajo, es dónde
creen estar, y acá abajo, donde cada paso es
para hundirte hasta las rodillas, es dónde me encuentro. Búscame cuando tengas
los pies en la tierra, que yo no tengo alas, ni quiero.
Será con los pies en el pico más alto, donde mis nubes
queden por debajo, y tus pies jamás sepan el sabor de estar tocando, el sabor
de la nieve desde un lugar privilegiado, lleno de paz y serenidad.